10 de marzo de 2025

Colombia celebra exitosa Convención Nacional

Chinauta, a unas pocas horas en automóvil al suroeste de Bogotá, fue el lugar rustico para la Convención Nacional de La Iglesia de Dios en Colombia. A más de 6,300 pies de altura, el clima es agradable todo el año y bueno para la agricultura, en particular el café. Ésta fue la primera Convención Nacional del Supervisor y el hermano Yonny López hizo un excelente trabajo organizando y moderando la reunión. Un buen espíritu prevaleció durante todo el fin de semana mientras el Espíritu Santo nos guiaba más profundamente en el tema, La Casa de Oración: “Y les dice: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada…” (Mt. 21:13). El hermano López actualmente vive en Venezuela con su familia, pero pudo traerlos a todos a las reuniones, y con la ayuda de sus oraciones y sus generosas donaciones a las misiones, la familia ha obtenido sus pasaportes y ahora está trabajando en toda la documentación legal necesaria para vivir y trabajar en Colombia. No es fácil dejar tu país de origen y tu familia para ser misioneres en otra nación, pero Dios ciertamente bendecirá a la familia López y a sus seres queridos muchas, ¡muchas veces!  

Fue una bendición para todos ver al anterior Supervisor de Colombia y al actual Supervisor de Venezuela, el Obispo José Salazar, quien trajo un mensaje conmovedor y sincero a la congregación sobre confiar y servir a Dios con todo el corazón a pesar de las pruebas de la vida. Muchas gracias al hermano Herman y su familia, que viven en Bogotá, quienes trabajaron tan duro para ver que todo saliera bien durante la Convención. El hermano Job Bañuelos de México hizo un excelente trabajo en forma y en espíritu sirviendo como intérprete para nuestro Coordinador de Misiones Mundiales, el Obispo Robert Hawkins. Finalmente, el Departamento de Misiones se complace en informar que todos fueron bendecidos por Dios, las almas se acercaron para entregar sus corazones a Jesucristo (incluida la anciana madre del hermano Herman), ¡y la confraternidad fue maravillosa! ¡Alabado sea Dios!  

Actualmente, solo hay unos pocos miembros de La Iglesia de Dios en Colombia, el resto que asistieron a la Convención son familiares y amigos que están aprendiendo más sobre la verdadera Iglesia de Dios.  

Queremos agradecerle a cada uno por su sacrificio y arduo trabajo para hacer de esta Convención Nacional en Colombia un éxito, y esperamos ver todo lo que el Señor hará en el futuro próximo. ¡Que Dios bendiga abundantemente a Colombia!