2 de septiembre de 2025 • Tayo Confidence Ogunmola

Miembros de la Iglesia, ministros y amigos se unen para la Convención Nacional de Nigeria

Para la gloria de Dios, la Convención Nacional de Nigeria 2025 reunió a hermanos, ministros e invitados de diversas asambleas y lugares de todo el país para experimentar la impartición divina a través de la adoración, la Palabra, la comunión y la renovación espiritual. 

La Convención sirvió tanto de llamada solemne como de una reunión gozosa, recordándonos nuestra inquebrantable confianza en el nombre del Señor en medio de las cambiantes mareas de nuestros tiempos. Desde los momentos iniciales hasta la sesión final, la presencia de Dios se sintió de maneras poderosas y milagrosas, confirmando Su promesa de estar donde dos o tres se reúnen en Su nombre.  

Reseña del Programa y Aspectos Espirituales Memorables

La Convención comenzó con una reunión de ministros y obreros, que sentó las bases espirituales para los días venideros. Esta sesión se caracterizó por fervientes exhortaciones, oraciones y enseñanzas centradas en el avivamiento que impulsaron tanto a líderes como a obreros a dedicarse nuevamente al servicio de Dios con integridad, humildad y fervor. 

A lo largo de la Convención, los miembros e invitados se sumergieron en un programa espiritualmente enriquecedor que incluyó sesiones de alabanza y adoración, mensajes, dramas, himnos congregacionales y lectura de las Escrituras. Estos momentos fueron expresiones llenas del Espíritu que conmovieron profundamente los corazones de los presentes. 

La Palabra de Dios se transmitió con fuerza a través de varios ministros; cada mensaje se centró en el tema de la Convención. El mensaje del Salmo 20:7 resonó repetidamente: no debemos depositar nuestra confianza en los sistemas mundanos, los logros ni la fuerza humana, sino en el nombre eterno del Señor nuestro Dios. Estos mensajes reavivaron el fuego de la fe, convencieron a los corazones e inspiraron a muchos a renovar su camino de pacto con Cristo. 

El programa también incluyó segmentos especiales como el impulso a la Banda Misionera Femenil, el impulso a la Banda de Líderes Victorioso y los informes regionales de la Iglesia (incluidos los de Ondo y Lagos). Estas sesiones brindaron información sobre los esfuerzos y el progreso continuos de la Iglesia en las diferentes ramas del ministerio, a la vez que fomentaron la rendición de cuentas, el intercambio de visiones y la colaboración entre los hermanos. 

Los testimonios compartidos durante la Convención dieron testimonio de la fidelidad de Dios. Se contaron con alegría historias de sanidad, liberación, restauración y provisión divina, inspirando la fe de otros para creer en Dios y en sus propios progresos. 

Los talleres y sesiones de trabajo ofrecieron oportunidades de aprendizaje interactivo para el crecimiento espiritual, el discipulado práctico y el desarrollo del liderazgo. Los niños tampoco se quedaron atrás, ya que se celebró una Iglesia de Niños especial, asegurando que las nuevas generaciones se nutrieran en la Palabra y participaran significativamente. 

La Convención también incluyó momentos de oración colectiva, llamados al altar y ministraciones de sanidad, durante los cuales muchos se acercaron en rendición y fueron ministrados. La atmósfera de unidad y el hambre de Dios eran tangibles. 

Uno de los momentos culminantes de la Convención fue el servicio de adoración del domingo. Durante este servicio, se oró por los nuevos nombramientos, y el Supervisor Nacional impartió instrucciones de clausura, bendiciones y un encargo a todos los asistentes para que salieran al mundo a predicar el evangelio. 

Impacto y Testimonios

El impacto espiritual de la Convención es inestimable. Más de 20 almas fueron salvas, muchas rededicaron sus vidas a Cristo y muchos se marcharon con un propósito y un compromiso renovados con el Señor. El claro enfoque en recordar y honrar el nombre del Señor reavivó la esperanza en los corazones de muchos que habían llegado agobiados o cansados. La Palabra que se predicó seguirá dando frutos en los día y años venideros. 

Devolvemos toda la gloria y el honor a Dios por el éxito de la Convención Nacional 2025. La organización, la asistencia, los encuentros espirituales y la unidad entre los hermanos evidenciaron que la mano del Señor estaba sobre la reunión.